miércoles, 20 de enero de 2010

¿Pobres, desesperanza o yankees go home?


Mucho ya se ha escrito y se sigue escribiendo sobre lo ocurrido en Haití. El país más pobre con diferencia, del hemisferio occidental. Todos los días nos llegan imágenes que nos congelan el corazón. En estos momentos Haití está sumido en el caos, la desesperación, la miseria y sus muertos. Pero ¿acaso antes del terremoto no lo sabíamos? ¿No eran ya pobres? ¿Por qué cuando hay temblores de tierra en Tokio apenas hay daños y en Puerto Príncipe apenas queda esperanza?

La comunidad internacional se ha despertado. Quiero pensar que al menos alguna que otra conciencia se ha conmovido. Quiero pensar que las imágenes del telediario se quedan prendidas en alguna que otra retina, ya sea para ayudar a los infelices o para valorar la inmensa suerte de estar vivos, tener un techo sobre nuestras cabezas y comida en nuestra mesa. Todo lo demás pasa a ser secundario.

Ahora en medio del caos reinante, los europeos tienen otro problema. No ven con buenos ojos a las tropas norteamericanas que han llegado a poner orden en la nación latina. De hecho piden explicaciones, como esposa ofendida. Está más que claro que la ayuda de los Estados Unidos históricamente no ha salido gratis a nadie. La desconfianza marca cualquiera de los actos que realicen y todos sabemos el porqué. Una vez que desembarcan en un país los marines, no hay quien los saque. Eso es verdad.

Ahora bien ¿por qué ha sucedido esto? Yo de política internacional no sé nada. Pero ¿no debería tener la ONU un plan de acción ante catástrofes? ¿No existe un programa con un determinado organigrama a seguir? ¿Alguien me puede explicar para qué sirve la ONU A LA HORA DE LA VERDAD?

Quiero pensar que por una vez todos se pondrán de acuerdo. Que el mundo ayudará a Haití hoy, a Somalia mañana y a Timor Oriental la semana que viene. Que las tropas norteamericanas tienen intenciones altruistas. Que Francia en realidad quiere ayudar y no busca el liderazgo en una nación que fue suya.

Creo que debo dejar la medicación…me temo que me está haciendo daño.